En la primavera de 2011 llevamos a cabo un viaje fantástico partiendo de la ciudad de Xining, en el límite del Tíbet geográfico. Nuestro objetivo era estudiar y explorar, para después escalar si fuese posible, varias montañas perdidas en el interior de China que a comienzos del siglo XX seguían sumidas por el velo de lo desconocido. A dos de aquellos picos, el Minya Konka y el Amne Machin, les otorgaron altitudes superiores a los 30.000 pies, es decir, superiores a la del Everest. Realizamos un intento al Amne Machin en uno de los ambientes más remotos y solitarios que es posible encontrar hoy día.